
Podcast: Diálogos con la verdad
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octubre 14, 2020Cada día crecen las luchas alrededor del mundo para proteger las fuentes hídricas, las especies nativas y muchos ecosistemas importantes para la vida. En Colombia, uno de los países más biodiversos del mundo, se ha desarrollado una importante propuesta pedagógica y artística para promover el cuidado por el río Atrato en el Chocó, un ecosistema que hoy se encuentra amenazado.
Durante dos meses se realizó de manera virtual, el curso “El río enseña”, que con metodologías propias desarrolló diferentes módulos entorno al río Atrato, los territorios, comunidades y culturas que lo habitan. En este diálogo de saberes, los talleristas fueron tan diversos como sus estudiantes, ya que se trataba de personas de las comunidades afrochocoanas, pueblos Emberá, organizaciones, personas y también académicos.
El río Atrato es el más caudaloso de Colombia, su longitud es de 700 km y nace en la Cordillera Occidental, en el complejo de páramos de Cerro Plateado en el Chocó y desemboca en el golfo de Urabá, en el Mar Caribe.
A partir de ese contexto, el curso se desarrolló en tres módulos:
Módulo 1: Ecosistemas : biología y ecología en el río; fauna y flora del río.
Módulo 2: Gentes del Río : oficios, creencias y mujer y río.
Módulo 3: Extractivismo : contaminación, minería y Luchas del río.
Z-Dok habló con participantes y organizadores de esta experiencia que sigue moviéndose en torno a la protección y la simbología de uno de los ríos más importantes del mundo. “Encuentros Improbables” un proyecto presentado por Más Arte y Más acción en colaboración con Artistas Suizos para el proyecto Intercambios Culturales Suiza – América del Sur para El Instituto de Cultura Pro Helvetia; de este proyecto hacen parte artistas y organizaciones en Quibdó, Fundación Mareia, Asinch y Motete, por la invitación que hace Más Arte y Más Acción.
La Fundación Mareia, arte social en movimiento, es una organización sin ánimo de lucro, que trabaja desde la colectividad, con poblaciones etnico/territoriales, especialmente con mujeres y jóvenes. Loretta Meneses Moreno hace parte de Mareia y es una de las organizadoras y talleristas de “El río enseña”, ella nos habló de los orígenes de esta propuesta.

Foto suministrada por Fundación Mareia
Diferentes organizaciones, colectivos y personas fueron llamadas por organización Tierra Digna del Chocó en el año 2018 a conmemorar el primer año de la Sentencia T-622 de la Corte Constitucional de Colombia, donde reconoce al río Atrato como sujeto de derechos. Esta sentencia se logra inicialmente como una propuesta de jurisprudencia ambiental que se articula a las exigencias de las organizaciones etnico/territoriales. La sentencia tuvo tal impacto en los consejos comunitarios y gentes del Chocó que impulsaron la iniciativa “Todas y todos somos Guardianes del Atrato”.
Los circuitos culturales para conmemorar la sentencia han impulsado proyectos para aumentar la visibilidad del río, “Cantos pal Río” (2018) promovido por la fundación Mareia y el“Atrato Fest” (2019), organizado por los guardianes del Atrato con Motete. Este año y debido a la emergencia mundial por el COVID- 19, los colectivos debieron buscar otra forma para conmemorar el reconocimiento al Atrato, por eso decidieron apostar por el componente pedagógico.
¿Qué significa que un río sea reconocido como sujeto de derechos?
Loretta Meneses: Que el río sea un sujeto derecho significa ponerlo también en un lugar de resignificación, a veces creemos que los recursos naturales están al servicio de los seres humanos y realmente no, estas relaciones con el río van más allá, es el hábitat y la vida, es la esperanza, es construir presente y futuro, reconectarse con la ancestralidad. Además esto motiva, a qué otros lugares en el país y en el mundo sean declarados también sujetos de derechos, significa también un avance para las organizaciones y la gente que estamos defendiendo nuestro planeta y que estamos en esta conversación de mantener un equilibrio y crear unas dinámicas distintas a la explotación y el capitalismo.

Foto suministrada por Fundación Mareia
Educar sobre el río Atrato y los seres que lo habitan
Los territorios de la cuenca del Río Atrato son habitados por comunidades afrodescendientes, en su mayoría, algunas de las personas hacen parte del Consejo Comunitario Mayor de la Asociación Campesina Integral del Atrato (COCOMACIA) y también por los pueblos Embera Dobida, Chamí, Katio y Wounaan. Algunos representantes de estos pueblos participaron de la escuela como talleristas y asistentes. Preguntamos a Loretta acerca del modelo pedagógico que usaron:
La metodología que usamos para el curso fue poner de manera horizontal los saberes, con gente del territorio y gente de la academia desde la educación popular, con información abierta, buscamos estar dispuestas y dispuestos a compartir no sólo información sino el saber.
De la comunidad estuvieron personas pertenecientes a COCOMACIA y a los pueblos vecinos del río, como el maestro Luis Eustorgio, Adele, Jessica, Adriana, Leinher, María Orfelina, entre otros líderes y lideresas sociales. Nos acompañaron profesoras de la UTCH (Universidad Tecnológica del Chocó) que también son gentes del territorio. Quisimos invitar a personas que hacen parte de escenarios de formación como el Instituto Investigaciones Ambientales del Pacífico (IIAP) y otras entidades que son las que están engranadas para llevar a cabo la materialización de la sentencia; también colectivos de arte como Knowbotiq de Suiza con su proyecto Psychotropic Gold.
El costo del curso fue un aporte simbólico, intercambios y trueques para desarrollar sus contenidos y para apoyar procesos de la organización que en la actualidad se habían suspendido. También tuvimos invitadas/os especiales territoriales quienes tomaron el curso de manera libre.
Resultados y perspectivas, el río sigue enseñando
Este proyecto educativo liderado por la Fundación Mareia tiene tres etapas: la primera fue la etapa pedagógica, la que está ya culminando, ahora sigue la segunda etapa que es la de creación, estamos invitando a artistas que tomaron el curso a que pueden aportar desde su trabajo a generar narrativas de protección del medio ambiente, también de la salvaguarda del río. Queremos que la gente se motive desde la producción audiovisual, la fotografía y la artesanía.
Loretta nos describe la tercera etapa: se trata de una subasta virtual de algunos de estos productos que hemos elaborado tanto en la etapa inicial como en la etapa creativa, los recursos recogidos serán principalmente para seguir aportando a los procesos y personas de la Fundación Mareia.
Lo que aprendieron los asistentes acerca del río
Hablamos con dos asistentes al curso, Adriana Quejada Palacios, chocoana, abogada en formación y lideresa juvenil en COCOMACIA, una de las Guardianas del Atrato; también entrevistamos a Juliana Orrego, gestora cultural y diseñadora radicada en Medellín.

Videoconferencia Curso El Río Enseña. Z-Dok
¿Por qué crees que es importante que la gente conozca el río Atrato y todo lo que lo rodea?
Juliana: Todos deberíamos conocer Colombia, empezar por los ríos es una manera de llegar a tantos territorios que solo conocemos por rumores de la violencia histórica en nuestro país. Los ríos son raíces, cada río en Colombia es una parte de las raíces del territorio.
Este río es un sujeto de derechos, entonces pensar que este sujeto que también sufre esa campaña de disciplina y destrucción, es un sujeto que no se deja. El río está ahí, es mega diverso, hay gente construyendo comunidad en gran parte de sus alrededores, lleva gente, animales, innumerables formas de vida consigo. Este sujeto nos puede enseñar mucho y permitir reflexionar sobre todas estas complejidades que se viven en Colombia y de la misma forma conectarnos entre nosotros y con lo que es estar vivos, estar moviéndonos sin parar, sin marcha atrás.
¿Cuál fue el módulo o la sesión que más te impactó y por qué?
Adriana: Me impactó el tema de luchas activas, ya que a través ellas se cuenta cómo ha sido el proceso para defender nuestro territorio como fuente de vida y la labor que nosotros como líderes hemos realizado a lo largo de la historia y llegar hasta el punto de darlo todo, hasta la vida, por defender lo que queremos y en lo que creemos. Luchamos porque podamos algún día tener un territorio libre y en paz que es lo que siempre hemos soñado.
¿Qué enseñanzas y retos te deja el curso?
Adriana: Importante conocer El Atrato y el territorio que él alberga, las personas que son muy alegres, con pujanza, con verraquera; a pesar de las adversidades tenemos una cultura muy hermosa, muy alegre, muy dinámica, que permite sobrellevar las condiciones en las que estamos el Chocó, un territorio rico en biodiversidad: somos uno de los departamentos que tiene más especies endémicas en el mundo y es bueno que las personas conozcan el Atrato, conozcan lo que tiene su territorio y lo aprendan a amar y a valorar.
«El río Atrato posee una belleza sin igual con una diversidad mágica que irradia amor; es un territorio de vida y de amor, no solo para nosotros, sino para el mundo entero».
Juliana: El curso deja muchos retos, me hace pensar en cómo conectarnos, crear mejores articulaciones, alianzas a pesar de la distancia, hacer mejor trabajo colaborativo, y de esa forma hacer mejor trabajo de difusión de nuestros proyectos, de las luchas que ocurren aquí y allá. Pensar en fortalecer la reciprocidad entre territorios, en cómo podemos estrechar esos vínculos en pro de las luchas sociales y ambientales.
Fue una experiencia muy bonita, tal cual un viaje como lo proponían desde Mareia, un viaje entre desconocidos hacia lo desconocido, y escuchando historias maravillosas y perspectivas críticas que enriquecieron el proceso. Quedo muy agradecida, y con ganas de hacer muchas cosas.